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3 de mayo de 2008

Manny sigue siendo Manny


Manny Ramírez está muy cerca de los 500 jonrones y prácticamente garantizar su puesto en Cooperstown, pero nada de eso llena los ojos del toletero, sino que piensa en cosas menos terrenales y más espirituales.


Eso le importa poco a Ramírez


“Realmente no quiero hablar de 500”, dijo Ramírez. “Quiero hablar de los 600. Voy a tener más de 500. Ya estoy ahí. Voy para 600”. Cualquiera de esos números virtualmente le asegurarían un puesto en Cooperstown cuando se retire.


“Ya estoy en 500. Así que si no está en mi futuro, podría terminar de jugar hoy. Ya estoy ahí. Pero saben algo, mi Salón de la Fama no es el béisbol. Son mis hijos. Como siempre he dicho, quiero verlos ir a la universidad, ir a un bar con ellos y beberme una cerveza. Esa es mi meta, es lo que quiero hacer”.


"¿Béisbol? El béisbol solo es un juego. Poco me importa el juego. Me gusta jugar y competir. Pero solo es un juego para mí que vengo a trabajar y a jugar. Pero mi meta principal es que quiero hacer eso por mis hijos. Trato de quedarme en casa, pero ¿saben qué?, cuando no tengo béisbol puedo ser el mismo tipo. No estoy tratando de alardear ni nada de tratar de conectar jonrones.


Porque voy a irme y el juego será el mismo. Es como con Cal Ripken cuando estaba con los Orioles. Todo el mundo hablaba de Cal Ripken y luego se retiró y vino Miguel Tejada. Se olvidaron de Ripken y todo era Tejada. Eso es parte del juego y hay que entenderlo. Disfrutarlo mientras sea posible.

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