Todo cambio se hace para obtener resultados positivos. Este es el primero de una serie de tres artículos que van a evaluar los dirigentes que fueron nombrados recientemente (a mediados de la temporada de 2008) buscando equiparar el rendimiento de los equipos que optaron por el movimiento antes y después del mismo, para desmitificar o exaltar la decisión que para los ejecutivos de los equipos parece siempre la más indicada: despedir al entrenador.
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