Esta fábula nos enseña como los defectos de los demás pueden llegar a consolarnos de los nuestros.
3 de mayo de 2009
Las Liebres
Las Liebres, acomplejadas por tener que vivir en continuo sobresalto, decidieron un día que Debian morir despeñándose. Así que acudieron a un precipicio, pero observaron que al ruido de sus pisadas las ranas de un estanque que había allá abajo se zambulleron asustadas. Entonces, las liebres, viendo su honor, exclamaban: "Ya no tenemos que matarnos porque hay otros animales todavía más miedosos que nosotras".
Esta fábula nos enseña como los defectos de los demás pueden llegar a consolarnos de los nuestros.
Esta fábula nos enseña como los defectos de los demás pueden llegar a consolarnos de los nuestros.
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